El inútil gesto de soplar la sopa demasiado caliente
Reflexiones sobre la alta gastronomía después del anuncio del cierre de Noma. El germen de la autodestrucción estuvo siempre allí, pero nos lo pasábamos tan bien que no quisimos verlo
La vida está llena de gestos que no sirven para nada. Como soplar la sopa ardiendo en la cuchara, con la esperanza de que se enfríe y poder empezar a engullirla de inmediato. Después de dos o tres soplidos, la sopa sigue tan caliente y nos sigue abrasando el paladar. La única solución realmente es esperar unos minutos y dejar que se enfríe sol…
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