Un error mayúsculo

Dice el dicho que zapatero a tus zapatos. Pues que se lo aplique El Corte Inglés, un lugar que siempre ha dado de comer rematadamente mal, precisamente porque no es su principal negocio

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El otro día cometí un error terrible. No se vayan a engañar. Yo cometo errores de gran magnitud a troche y moche. Soy contumaz en la equivocación y muy poco perseverante en el acierto. Soy de los que tropieza no dos, sino muchas veces, en la misma piedra. Un desastre, vaya. Pero el error del otro día fue mayúsculo. Se lo cuento.

Salía yo del hospital, algo más tarde de las dos y media, después de visitar a mi madre en el hospital, como cada día durante la semana y media que estuvo ingresada. Tenía que volver al trabajo, pero antes tenía que comer algo. A la vista de lo que le daban a ella cada día, ni se me pasó por la cabeza, comer en la cafetería del centro hospitalario. Comer es algo muy serio y, en la medida de la salud y de lo posible, no hay que dejarlo nunca en manos de los médicos. Así que, me fui en busca de un lugar donde hincarle al diente a lo que, más o menos, fuera, sin que me costara ni mucho dinero, ni mucho tiempo.

Mi primera intención era comer algo rápido en una panadería-cafetería de estas que tanto te venden una barra de pan multicereales y semillas de pega, como te puedes zampar un bocadillo decente a un precio absolutamente excesivo, pero no tanto como para que suponga un agravio tanto a la propia cuenta corriente, como al propio honor. En ambos casos, salen bastante bien parados de la contienda. Pero había una cola del copón, una sola persona atendiendo y yo ya estoy mayor y me pongo muy nervioso cuando me hacen esperar más de lo razonable. Además, en estos sitios acuden auténticos imbéciles, de aquellos que piden un café con una retahíla interminable de instrucciones adicionales, lo que hace que la preparación de la bebida caliente por parte del personal se alargue muchísimo, porque, encima, suelen ir añadiendo instrucciones añadidas a lo largo de la preparación, con lo cual la cosa ya suele ser directamente insoportable. Así que pasé de largo.