He escrito un libro: Comer sin pedir permiso
Sale a la venta el próximo 10 de abril en las librerías, pero ya lo puedes comprar. Además, los presento en Barcelona el próximo 16 de abril y en mayo en Madrid
He escrito un libro. Muchos ya lo sabéis, porque he dado bastante la turra en las redes sociales y ya lo había explicado por aquí. Pero ya está. Desde este miércoles 10 de abril, en todas las librerías, ya podréis comprar Comer sin pedir permiso que he publicado con mis nuevos mejores amigos de la Editorial Rosamerón, una editorial pequeña, pero que edita cosas muy interesantes. Si quieres hacerte con tu ejemplar, dale clic a este botón y a continuación te cuento de qué va, por si necesitas un poco más de información antes de decidirte.
Ha habido, entre los pocos afortunados que ya lo han podido leer, alguna sorpresa al ver de qué iba el libro. Cuando escribo fuera de La Vanguardia, muchos me tenéis muy identificado con la gastronomía y este libro no va de gastronomía exactamente, sino sobre el hecho de comer, que se le parece, pero no es exactamente lo mismo. Me explico. En Comer sin pedir permiso no encontraréis mis habituales diatribas sobre restaurantes, cocineros, ni mis historias curiosas sobre hechos destacables de la historia de los alimentos, aunque debo decir que el libro está más cerca de esto segundo que de lo primero. Entonces, ¿de qué diablos va? Pues de lo siguiente.
En mi humilde opinión, esto de comer se está convirtiendo en algo muy complicado, en una trinchera que no debería ser. Cada vez existe más gente dispuesta a poner trabas a nuestro placer gorrino de comer. Desde hace tiempo, los médicos y algunos dietistas-nutricionistas y ahora hasta los tecnólogos de los alimentos se atreven a decirnos que no deberíamos chupar las cabezas de las gambas -con lo ricas que están- con la excusa de que tiene mucho cadmio. Lo que no nos cuentan -yo sí- es que deberíamos chuparlas en cantidades industriales para que nos hicieran daño. Y, claro, desde siempre la religión ha usado la comida, o mejor dicho, lo que podemos comer y lo que no, como un método de control, uno más. También hay un capítulo -largo- dedicado a azotar los argumentos de los veganos, que espero que sea polémico en el buen sentido de la palabra. Eso es, que aliente un diálogo o una discusión seria sobre lo que critico, y no los insultos habituales que los veganos me suelen dedicar, junto con sus acostumbrados buenos deseos de que termine mis días alimentándome como un pato cuyo hígado se va a dedicar a la elaboración de foie gras.
Esta primera parte del libro está dedicada, en definitiva, a reivindicar la autonomía de nuestro propio cuerpo, algo que nos ha costado mucho lograr -y a las mujeres más- y a expulsar la moral de nuestras mesas, después de haberlo hecho -en gran medida- de nuestras camas. Si ya te he convencido, adelántate y compra el libro aquí. En caso contrario, sigue leyendo.
A continuación, explico la relación tan maravillosa que el hecho de comer tiene con la vida. Porque todos los animales se alimentan, pero solo el ser humano come. Un repaso a algunos de los aspectos sociales y culturales del hecho de comer. Desde su relación con el sexo, la adoración de los dioses y la muerte -hay un apartado sobre la última cena de los condenados a muerte que me ha quedado muy bien-; y también las distintas implicaciones que tiene comer acompañado del hecho de hacerlo solo. En esta segunda parte, hay un capítulo en el que seguramente aparece el autor al que estáis más acostumbrados a leer. Es el que dedico al postureo gastronómico o culinario, y en el que me invento el concepto de hedonista gañán, que contrapongo al de hedonista ético. Porque esta es otra de las ideas fundamentales del libro. Que hay que disfrutar comiendo y hacerlo sin culpa, sin duda, pero que no todo vale. Lo divertido de este capítulo es que está inspirado en personas de carne y hueso, que es posible que alguien reconozca, aunque yo -por evitar problemas legales- no menciono.
Por último, el capítulo final lo dedico a reflexionar sobre el hecho de comer y sobre todo cocinar, como un auténtico acto político y revolucionario, posiblemente el último como tal que nos queda. Es algo que ya he defendido en alguna otra ocasión, pero que aquí desgrano con más profundidad. Ahora sí, ahora seguro que ya no te quedan dudas y quieres comprar el libro.
Presento Comer sin pedir permiso, el próximo 16 de abril, con mi amigo
, en la librería Merricat de Barcelona. Aquí tenéis los detalles.También está previsto que el día de Sant Jordi firme libros en Barcelona, pero ahora mismo no os puedo decir lugar y ubicaciones. El día de la presentación, obviamente, habrá libros para que lo podáis comprar, pero si te quieres asegurar de tener el tuyo, pues lo puedes comprar aquí y si nos vemos el 16 de abril, con mucho gusto te lo firmaré, si quieres, claro.
También habrá una presentación en Madrid el próximo mes de mayo, pero no sé ni el día ni el lugar exactos, de los que seréis informados debidamente.
Espero que os guste. Ha sido un año largo de trabajo del que estoy muy satisfecho. Eso no quiere decir que no haya cosas mejorables y muchas discutibles. Soy fácil de localizar, pero estaré muy feliz de leer vuestros comentarios sobre Comer sin pedir permiso en comentarios en este mismo artículo o por dónde queráis. Y ya por última vez. Si lo quieres, aquí lo tienes. Perdonad la insistencia.