Cuento veraniego: el puto croc rojo
Una historia veraniega de ficción basada en hechos reales sobre crepes con tendencias suicidas, helados de dos bolas, niños que solo quieren lo suyo y un padre que casi termina de los nervios.
Esa tarde, como siempre, habíamos salido a dar nuestro habitual paseo vespertino. La cosa empezó divertida cuando M ha insistido en ponerse sus crocs rojos, que levan tres tallas grandes, y que son de puta madre para ir a la playa, pero no son el calzado más adecuado para caminar. Más o menos con una frecuencia de dos pasos y medio, invariablemente uno …
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